En los últimos años, debido a la situación económica financiera nacional e internacional, miles empresas se han visto abocadas a tener que pedir asesoramiento financiero y, por desgracia, también concursal.
Eso sí, en un momento donde el concurso de acreedores no ayuda a mantener la actividad de la empresa sino que solo sirve para proceder a la liquidación de la misma.