El número de deudores concursados bajó en 2014 un 29,2 por ciento con respecto al año anterior, hasta 7.038, registrando su primera caída desde 2010, en una señal más del inicio de la recuperación de la economía española, que arrancó el ejercicio pasado después de años de dura crisis.
Los concursos multiplicaron en cualquier caso casi por siete la cifra registrada en 2007 -antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria en el país-, año en que se declararon 1.147 de las antiguas suspensiones de pagos.
Del total de deudores concursados el año pasado, sólo 646 representaban a personas físicas sin actividad empresarial, mientras que 6.392 correspondieron a empresas.